Actualmente trabajas en Armani como Area Visual Merchandiser, ¿cómo es tu día a día?

La verdad que marcar un día a día es difícil. Tengo días que estoy visitando las tiendas o los corners de la península y reportando los informes de la visita a Italia. Días montando el showroom para que los multimarca vengan a comprar, días donde analizo presupuestos para las obras, días donde me sumerjo en las facturas y su contabilización en SAP, días donde tenemos que montar “para ayer” un press day para prensa … ¿Cuál de ellos quieres saber? Ja, ja, ja…

¿Cuál es tu principal objetivo profesional?

Ahora mismo no tengo un objetivo fijo en la cabeza. Creo que estoy en un momento esponja donde tengo que absorber para crecer y crecer.  Me gustaría ir ganando responsabilidad, autonomía y conocimiento, para poder ser, en un futuro, un profesional camaleónico donde  pueda aportar en cualquier área.

Cursaste el Máster MBA en Dirección de Empresas de Moda en la promoción de 2016-17. Ahora con cierta distancia, ¿en qué te benefició el Máster? y ¿cómo crees que ha afectado a tu desarrollo profesional?

A priori me empapó bastante con ejemplos del mundo empresarial. De la misma manera me enseñó las entrañas del mundo de la moda. Yo que había trabajado en otros sectores, pude ver el sector más profunda y detalladamente.

Además, me enseñó que nada es por casualidad en el mundo de la moda. Todo está pensado y proyectado con algún fin, con todo lo que trae por detrás. Con los casos, ves que siempre hay una razón del por qué sobresalió una empresa en cierta época, o el por qué sobrevivió a cierto problema. Durante el tiempo siempre se repiten las casuísticas, algunas veces aprendiendo y otras veces repitiendo el mismo error.

Creo que me ayudó a tener un ojo más crítico con los procesos o problemáticas. Piensas que aquellos casos idílicos se divulgan por todas las empresas, pero no. Muchas están años luz aún y no aprenden de sus propios errores ni de los errores de los demás.

Al finalizar el Máster en julio de 2017, hiciste prácticas en el Departamento de Visual Merchandising de la firma Armani, en la que trabajas en la actualidad, ¿qué te aportaron las prácticas en aquel momento?

Las prácticas fueron la puerta de entrada para poder trabajar en Giorgio Armani, ver cómo funcionaba y demostrar que quería seguir trabajando con ellos. Cuando llevas un año trabajando desde dentro, es más fácil luchar para que te contraten o para que vean lo que aportas. En una entrevista puedes demostrar parte de ti, pero se queda en palabrería y hechos puntuales, cosa que con las prácticas te dan más oportunidades y mucho más firmes.

¿Darías algún consejo a una persona que esté pensando en apostar por formarse en este sector?

No siempre sale como queremos o como pensamos. Sobre todo, este sector puede ser encantador o puede ser un engaño total. Pero si realmente te interesa, te diría que luches y que insistas en ello. Antes o después, se te abrirá la puerta para poder dar los primeros pasos. No descartes opciones, porque aquello que piensas que es ideal luego no lo es. De la misma manera, aquello que piensas poco para ti, luego te ayuda y te enseña mucho.

Aunque sea un sector específico, creo que hay muchas posibilidades y muchas tipologías de empresas. Hay start-up donde puedes empezar, multinacionales, empresas familiares, consultoras, empresas de comercio, de imagen… El abanico de la moda creo que cubre todos los gustos.

Gracias Aritz, un placer haber charlado contigo.